A pesar de que transcurrió casi medio siglo desde que Alberto González impulsara la fundación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Hospicio Ltda, y, además, a pesar de su avanzada edad y una grave enfermedad que lo aqueja, él recuerda lo que sucedió aquel entonces como si fuera ayer.
Junto al primer socio de la cooperativa, Elvio Pérez, el tesorero Emilio Blanco, y Jesús Claure como primer presidente, don Alberto echó a andar la cooperativa en un ambiente prestado por el sacerdote franciscano José Beausolei. “A principios de los ’60, en Cochabamba todos se conocían y la ciudad sólo llegaba hasta el puente de Quillacollo, era una mentalidad muy estrecha y había que vencer la desconfianza de los ahorristas, ha sido difícil la labor”, dice don Alberto, recodando que un año antes, la cooperativa Santa Ana de Cala Cala comenzó a trabajar en la zona norte, con el impulso de la orden Maryknoll, y él deseaba hacer lo mismo en la zona central.
El sacerdote Beausolei se encargó de darles apoyo ya que cada domingo, luego de la misa, reunía a los vecinos y les daba charlas sobre cooperativismo. Don Alberto cuenta que los impulsores trabajaban sin sueldo, pero poco a poco lograron consolidar su proyecto. Tuvieron que afrontar épocas difíciles como la devaluación de los años 80 cuando la hiperinflación llegó al 20.000 por ciento anual. Sin embargo, lograron superar la crisis y consolidarse. Don Alberto estuvo vinculado a la cooperativa hasta 1989, fecha en que delegó la presidencia “a gente con un alto sentido de eficiencia”, como califica a los actuales directivos.
A pesar de su delicado estado de salud, don Alberto aún mantiene el coraje de aquellos años y por ello plantea que la revolución productiva de Cochabamba podría darse a partir de una “sinergia de capitales”. Innovación En los 60, la ciudad tenía una mentalidad estrecha y había que vencer la desconfianza de los ahorristas, dice don Alberto, que en ese marco echó a andar una pujante cooperativa de ahorro y crédito Reflexiones Revolución económica “Lo ideal sería una sinergia de capitales entre sociedad anónima y ahorros de socios cooperativistas para crear cooperativas mixtas integrales.
Este tipo de cooperativas en agroindustria, minería e industria asociada a créditos del pequeño artesano y productor podrían revolucionar la economía de Cochabamba”. Ideales “La fuerza del cooperativismo radica en sus ideales de integración, solidaridad, son ideales cristianos que nunca mueren”. Democracia “La idea del cooperativismo la tomamos del folletín clásico ‘Los tres mosqueteros’, de Alejandro Dumas, algo vital, maraviloso. En ese tiempo el cooperativismo era como la esencia de la democracia, donde el voto de un socio con una simple acción vale igual que el de otro aunque tenga éste tenga mil acciones”.
Comentario. Como lo hemos destacado en éste sitio, el cooperativismo nació para combatir la usura que había alcanzado porcentajes hasta del 6 y más% mensual. El ahorro popular impulsado por los sacerdotes del Maryknoll se diseminó rápidamente por toda Bolivia al amparo de las parroquias católicas. En Hospicio prendió fuego gracias a socios como Alberto que se convirtió en un gran animador de la unidad. Siempre estuvo presente en las grandes circunstancias, como cuando se compró el edificio de la 25 de mayo, se reconstruyó la planta adecuándola a las necesidades de entonces. Todo honor para Alberto Gonzáles! Nos unimos al homenaje que Los Tiempos le ofrece con la crónica y la foto precedentes. (M.Aira ex-líder del Comité de Educación y del Consejo de Administración de la Coop. de Ahorro y Crédito Hospicio Limitada)
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