esta tercera parte de la ya famosa carta que Jaime Méndez dirigió a COBOCE el dia uno de enero, hace exactamente un mes comienza afirmando que la eficiencia es indispensable en la conducción de una empresa, en tiempos de crisis,, como la de hoy, esta eficiencia marca la diferencia entre el colapso y la subsistencia. "Lamentablemente COBOCE, se encuentra en la coyuntura del colapso" al borde del abismo por las circunstancias que el sabio administrador detalla:
Una. limitaciones en la capacidad productiva por falta de previsión y de acciones que no se ejecutaron en su momento. el segundo molino debió estar operativo en 2008, 2009 (destginado a la molienda de las cien mil toneladas de clinker almacenadas, así la nueva línea de producción debió funcionar dese 2010. el incremento con la nueva envasadora habría cubierto la demanda en su momento pico (2009-2014) lo que habría permitido amortizar la deuda para incrementar la capacidad productiva.
razona con toda precisión Jaime Méndez: al satisfacer la demanda no habría sido necesario importar cemento (lo que ocurrió en los hechos) para satisfacción del Estado y los Empresarios que les llevó a construir en Santa Cruz (Itacamba), en Oruro (Ecebol) y en Potosí. la medida propuesta habría evitado un drenaje de 500 millones de dólares en Oruro y Potosí y de otro tanto en los Yacuses, Santa Cruz.
incremento de la oferta de cemento por la planta en SC y aumento de producción en SOBOCE y FANCESA, lo que ocasiona una caída de la demanda, que cuando se dé "el reventón de la burbuja inmobiliaria" hará efecto en COBOCE y la deuda de 60 millones de dólares que arrastra en este momento.
entre los desaciertos apunta el fundador y Gerente General en los primeros 40 años de la Cooperativa está no haber buscado el asesoramiento de expertos en el montaje y operación de plantas de cemento, cuyos conocimientos y experiencia fueron bien aprovechados en las anteriores fases de la industrialización. la demora en la implementación del segundo molino y de la envasadora fueron la causa principal para el gran desfase que trajo consecuencia irreparables no sólo para COBOCE, sino para toda la industria del cemento y de la construcción.
en la cuarta parte de esta carta a COBOCE, se tocarán otros temas sensibles como remuneración al personal sin correcciones oportunas y el pésimo negocio que significó la construcción y pavimentación de Quimome San José con una pérdida de 25 millones de dólares irrecuperables.
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