Rápido, fácil y sin garantías, son los principales atributos de los créditos “express”, que han comenzado a cundir en mercados como La Pampa, donde se han convertido en la forma más efectiva de acabar con la iliquidez de las “caseritas”, aunque no esté claro cuál es el origen del dinero, comentó uno de los dirigentes del gremio, Ronald Durán.
Pero, la intimidación suele ser la manera más común que utilizan los acreedores para recuperar su capital si el comerciante se resiste a pagar la deuda. Hay historias que dicen que una vez un prestamista golpeó a una comerciante en la cabeza con la cacha de un revólver, porque no pagaba. Sin embargo, Durán explicó que muchos de los gremiales prefieren no denunciar esto, para no perder su acceso a los créditos.
“Te prestó 500 bolivianos y cada día me pagas 10 bolivianos y un bolivianito más de interés”, esa fue una de las ofertas que recibió un comerciante de pollos que, vetado por las financieras, aceptó casi sin pensar el dinero. “Es que está en la central (refiriéndose a la central de riesgos de la banca)”, dijo, una vendedora que lo vio cerrar el trato. “Ellos nos prestan cuando estamos en la central”, continúo y “pagamos poco a poco”.
“Los créditos que nos dan los bancos son malos, sin embargo accedemos a ellos pero al final no podemos pagar y entramos a la central de riesgos. Ahora se está dando como el pasanaco y hay gente que nos ofrece pero no sabemos de dónde es”, explicó Durán.
Origen del dinero
Aunque no existe un registro oficial sobre los deudores “express” se estima que sólo en La Pampa hay cerca de un centenar, que tiene créditos desde los mil bolivianos. Una característica de estos créditos es que se pagan en una semana o un mes. “Pero los intereses son altos: te prestas mil y tienes que devolver 1.100, es lo que sabemos por comentarios, porque ningún comerciante dice que le falta dinero y es que ya se prestó de ellos”, siguió el dirigente.
Los créditos “express” siguen siendo un secreto a voces en los mercados. Sin embargo, sus primeros vestigios surgieron con la captura de una banda de colombianos a fines de febrero, luego de una ola de atracos a clientes bancarios, que derivó en el robó de más de 100 mil bolivianos.
En marzo, se abrió un nuevo historial de los préstamos “express” con el arresto de un joven colombiano, Mauricio, y de otros cinco extranjeros, que fueron acusados de tenencia de armas y presuntamente vinculada a la banda de los “motoqueros”. Todos ellos procedentes de una localidad colombiana de Caldas (Colombia), vivían aparentemente como prestamistas.
Aunque las primeras investigaciones se concentraron en sus nexos con la banda delictiva, posteriormente, afloró su relación con comerciantes y los créditos rápidos.
¿LAVADO DE DINERO?
Una experta en investigaciones sobre legitimación de ganancias explicó que en apariencia no hay nada ilícito, por lo que, el caso es complejo pero lo primero que hay que determinar es de donde proviene el dinero: narcotráfico, corrupción o delitos.
Después, hay que investigar a los prestamistas que pueden parecer sólo usureros pero es necesario saber de dónde vienen, a qué se dedican y qué hacen. Además, de si tienen antecedentes.
Migración colombiana
Aunque es difícil saber cuántos ciudadanos colombianos llegaron recién a Cochabamba y cuántos de ellos son parte de los denominados prestamos rápidos fuentes ligadas a la investigación estiman que al menos 160 de ellos fueron traídos.
El encargado de traerlos y supuesto dueño del capital sería quien los anima a venir a cambio de un trabajo en el comercio o como prestamistas.
Un comerciante contó luego de la detención de la banda de motoqueros: “Ese Jhon (uno de los detenidos) parecía buena gente. Pero, creo que están lavando dinero a través de venta de discos, ropa, etc. Ya que prestan dinero con mucha facilidad y supongo, que era una forma de lavar el dinero, que venía de forma ilegal”.
CARACTERÍSTICAS
Los prestamistas basarían el crédito en un rápido avalúo de la mercadería que expone el comerciante.
Un grupo de cobradores se encargaría de recorrer los mercados todos los días, para cobrar los intereses, que por lo general, son de un boliviano diario al margen del capital.
Si el préstamo es de mil bolivianos por un mes, el deudor debe dar un pesito diario y al finalizar el plazo devolver el capital, además, de 100 bolivianos.
Los denominados cobradores se movilizarían en motos y suelen exponer sus armas, como una forma de amedrentar al deudor.
Aunque seis extranjeros fueron detenidos el 8 de marzo de 2009 en posesión de un arma, dinero en efectivo y marihuana, la investigación no prosperó. Al poco tiempo, los seis colombianos abandonaron el país.
Sin embargo, está en curso una investigación sobre los llamados motoqueros, a quienes se les decomisó una computadora portátil y documentos, presuntamente de envíos de giros a Colombia, que estarían relacionados con los atracos y préstamos, según la principal hipótesis del hecho. (Katiuska Vásquez publica en Los Tiempos.CBA.)
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