La banda colombiana desarticulada tras una ola de atracos y que, según la Policía, vivía del crimen, también se dedicaba a “lavar” el dinero de cada botín a través de prestamos a comerciantes, aprovechando sus necesidades de capital para hacerlos objetos de sus ganancias ilegales, según revelaron fuentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Sólo en el mercado La Pampa se estima que existe una red de 100 deudores, a quienes les ofrecían préstamos desde 500 bolivianos y por encima de los 2 mil dólares, que podían pagar en cómodas cuotas y bajos intereses.
“Te presto 500 bolivianos y cada día me pagas 10 bolivianos y un bolivianito más de interés”, con propuestas como esa convencían a los vendedores fácilmente. Jhon Jairo García Forero (36), es uno de los prestamistas más conocidos y según una comerciante operaba junto con una mujer de acento oriental.
Otro comerciante dijo que solía ver a los colombianos en la avenida San Martín, por cercanías de una galería, y contó: “Ese Jhon Jairo parecía buena gente. Pero, creo que están “lavando dinero” a través de venta de discos, ropa, etc. Ya que prestan dinero con mucha facilidad y supongo que era una forma de ‘lavar dinero’ que venía de forma ilegal”.
Antes de que la Policía capturara a siete de sus integrantes en coordinación con la Dirección de Migración, algunos de los colombianos llevaban una vida muy cómoda económicamente haciendo grandes compras y en los sitios más exclusivos. “Hay filmaciones de cámaras de seguridad en los que se los ve comprando en supermercados artículos como carnes para parrilla y otras”, dijo un investigador.
Vivían en un edificio de departamentos de la avenida Humboldt, donde pagaban un alquiler de 1.200 bolivianos al mes, por cada uno de los cuatro apartamentos. Pero su vida de comodidades contrasta con la precariedad de las casas, apenas provistas de colchones en el suelo y un par de muebles, además de una computadora portátil en la que registraban el movimiento de sus préstamos y envíos de dinero a Colombia.
En la computadora se encontraron registros de créditos de hasta 100 mil dólares, que se están investigando. La única explicación que los miembros de la banda dieron era que el dinero de los préstamos les era proporcionado por un colombiano en Argentina y el propietario de unos bazares conocido como “El Peter”.
Por ello, la Felcc no descarta que el dinero de los préstamos provenga del narcotráfico y que los atracos sean solo una fuente más para hacer crecer el capital. Hasta el momento ninguno de los detenidos acreditó un trabajo estable, por lo que se baraja la hipótesis de los arrestados vivían de los intereses y comisiones de los dueños del capital, además de lo que lograban con sus atracos.
Otra hipótesis de la Felcc es que la banda ponía en circulación dinero ilícito fruto de sus atracos.
BANDA, VÍNCULOS Y RELIGIÓN
• La organización religiosa vinculada con la banda colombiana habría sido expulsada de Argentina el año pasado, como resultado de un proceso judicial por estafa.
• La religión sería un instrumento para atrapar a las personas y según necesidades extorsionarlos y robarles su dinero a través de cuotas mensuales.
• El empresario colombiano implicado en la investigación radicaría hace cuatro años en Cochabamba.
• A ello se suma que la organización se presta a acoger a colombianos, que llegan de paso o en busca de oportunidades, previo pago de una cuota a cambio de conseguirles un trabajo o integrarlos a la red de prestamistas.
• La Fuerza Especial de Lucha Contra Contra el Crimen detuvo a siete integrantes de la banda: Ferney Alonso Rincón Ortiz (28) y Jhon Jairo García Forero (36), fueron enviados al penal de San Antonio; mientras que los demás: Pedro Antonio Olivero Ruming (25), Abdenago Forero Buitrago (32), Jhon Alixon Vargas Yuste (26), Carlos Torres Rueda (28) y Alexander Muñoz (32). Este último se entregó a la Policía días después de la detención de sus socios. (Informe completo aparecido en Los Tiempos)