Otra etapa de mi actividad cooperativa está marcada en Gotemburgo a raíz de mi participación en un curso intensivo de Formación Popular, recordemos que en Suecia el movimiento obrero se inscribe como un movimiento popular de enorme arraigo junto con el movimiento de los abstemios, de los cooperativistas y últimamente de los ambientalistas, allí tuve oportunidad de compartir con Khaled Bakkar del Líbano, de Liselotte Olsson de Suecia, con Heydari-Namini Siamak talentoso pintor iraní, con los chilenos José Isla Vega y Juan Mancilla, con Jafar Hathal del Irak, Ingemar Johansson de Suecia, Ralief Mahshid del Irán, Sinabulya Rose de Kenia y Jan Ove Skoog de Noruega, del curso para profundizar los conocimientos de formación popular, se formaron Círculos de Estudio, propuse uno sobre Cooperativismo y tuve mucha concurrencia, por lo que, se me ocurrió que podría la escuela AFIG, en sus siglas suecas, proporcionarme el patrocinio y el apoyo para obtener un financiamiento de la Unión Europea a la cual había ingresado Suecia con buenos auspicios.
Luego de meses laboriosos e intensos, obtuvimos los ocho millones de coronas, cerca de un millón de dólares que se otorgarían en dos períodos para financiar el costo. Llegará el momento sin duda de ocuparnos del tema y de la forma combinada con el mercado de trabajo en que se emplearon los fondos incluyendo los viajes a la meca del Cooperativismo Mundial Mondragón a mi sugerencia y planificación. Por ahora mencioneor suq gracias a la invalorable asistencia del rector Stellan Hansson y de maestroc omo Holger Cannerfors y Lisbeth Hansson fue posible obtener el cumplimiento pleno de los objetivos propuestos. Los c.c. que me secundaron en el primer curso fueron: Oswaldo Aguirre de Argentina, Ricardo Bórquez y Patricia Boudon de Chile, Elisa Brega de Argentina, Christina Brunnvarg de Chile, Victoria De Melara de Guatemala, Pablo Fuentes de Chile, Lungo Oswaldo del Uruguay, Mónica Lundström de Suecia, Martha y Fabian Monstesinos de Chile, Napoleón Reyes de El Salvador, Teresa Rodríguez de Bolivia, Hernando Solano, Hernando Triana de Colombia, Carmen Valdés y Jorge Veroeta de Chile, el curso de un año tuvo su corolario con el viaje a Mondragón donde la delegación recibió un trato exquisito. Todos egresaron son sus diplomas de Técnicos en Organización y Manejo Cooperativo.
El Cooperativismo nace de la experiencia siguiendo un desarrollo de maduración conjunta de personas y proyectos. Tiene en su base unos principios que son tan viejos y constantes como la propia humanidad: Apoyo mutuo, respeto a la dignidad humana, prioridad del hombre sobre valores materiales, el trabajo como motor de creación de riqueza y la educación como palanca de superación y perfeccionamiento colectivo e individual.
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martes, 31 de julio de 2007
Cursos Cooperativos en Suecia
Con la Escuela Superior Popular de Runö en Estocolmo
Interesado en profundizar conocimientos sobre el mundo cooperativo, busqué con afán la existencia de cursos en todo el espectro educacional sueco. Encontré uno, el más serio y permanente, con el añadido que sus participantes como profesores y estudiantes eran latinoamericanos y funcionaba desde poco, bajo el patrocino de una Escuela Popular Superior de los Agricultores en Runö, en las proximidades de Estocolmo, aunque el tema cooperativo se lo dictaba en Estocolmo. Realizé todos los trámites para obtener una plaza y durante dos períodos cada uno de cuatro meses con los intermedios vacacionales, me trasladé a la capital para participar activamente del mismo. De modo que durante 1984/85 tuve por compañeros a los siguientes: Federico Barreto del Perú, Raúl Muñoz de Chile, Atilio Portillo de Paraguay, Angel Centurión, y Fabián Rolón también de Paraguay, Rosa Cruz de Guatemala, Otto Rodríguez y Mario Muñoz de Guatemala, Carlos Ortiz de El Salvador, Fernando Porta y Rubén Santillán de Argentina, Juan Damian, María Cristina Sralegui, Rubén Guaz y Edison Batancur del Uruguay, el resto era el compacto grupo de los c.c. chilenos: Vital Ahumada (que fuera gobernador de una provincia con Salvador Allende), María Angélica Cvitanic, Waldo Leiva (veterano dirigente sindical) Pedro Rivera (excelente cocinero) y José Santana. Entre los profesores Guillemo Estrada y José Goni, quién regresó a Suecia años después convertido en Embajador de Lagos y actualmente es el Ministro de Defensa del Gobierno de Bachelet. El rector Göran Sallnäs querendón de América Latina, aprendió el español y se casó con una chilena.
En cuando concluyó el curso coincidente con la Amnistía General e Irrestricta del gobierno de Hernán Siles, regresé a Bolivia y me puse a trabajar en Radio Litoral y Radio Cochabamba inmediatamente. Algunos meses después desde Suecia me invitaron a trabajar en la Federación Nacional de Inmigrantes con sede en Borås donde me desempeñé varios años como Redactor de la Revista Invandraren y Coordinador para las organizaciones de los inmigrantes del Centro y Sur de Suecia.
Interesado en profundizar conocimientos sobre el mundo cooperativo, busqué con afán la existencia de cursos en todo el espectro educacional sueco. Encontré uno, el más serio y permanente, con el añadido que sus participantes como profesores y estudiantes eran latinoamericanos y funcionaba desde poco, bajo el patrocino de una Escuela Popular Superior de los Agricultores en Runö, en las proximidades de Estocolmo, aunque el tema cooperativo se lo dictaba en Estocolmo. Realizé todos los trámites para obtener una plaza y durante dos períodos cada uno de cuatro meses con los intermedios vacacionales, me trasladé a la capital para participar activamente del mismo. De modo que durante 1984/85 tuve por compañeros a los siguientes: Federico Barreto del Perú, Raúl Muñoz de Chile, Atilio Portillo de Paraguay, Angel Centurión, y Fabián Rolón también de Paraguay, Rosa Cruz de Guatemala, Otto Rodríguez y Mario Muñoz de Guatemala, Carlos Ortiz de El Salvador, Fernando Porta y Rubén Santillán de Argentina, Juan Damian, María Cristina Sralegui, Rubén Guaz y Edison Batancur del Uruguay, el resto era el compacto grupo de los c.c. chilenos: Vital Ahumada (que fuera gobernador de una provincia con Salvador Allende), María Angélica Cvitanic, Waldo Leiva (veterano dirigente sindical) Pedro Rivera (excelente cocinero) y José Santana. Entre los profesores Guillemo Estrada y José Goni, quién regresó a Suecia años después convertido en Embajador de Lagos y actualmente es el Ministro de Defensa del Gobierno de Bachelet. El rector Göran Sallnäs querendón de América Latina, aprendió el español y se casó con una chilena.
En cuando concluyó el curso coincidente con la Amnistía General e Irrestricta del gobierno de Hernán Siles, regresé a Bolivia y me puse a trabajar en Radio Litoral y Radio Cochabamba inmediatamente. Algunos meses después desde Suecia me invitaron a trabajar en la Federación Nacional de Inmigrantes con sede en Borås donde me desempeñé varios años como Redactor de la Revista Invandraren y Coordinador para las organizaciones de los inmigrantes del Centro y Sur de Suecia.
viernes, 13 de julio de 2007
Cooperativa Hospicio Limitada
De las cooperativas que llevo en el corazón están: Pio XII de Ahorro y Crédito de la que soy socio fundador y primer presidente. Hospicio Limitada de Ahorro y Crédito de la que fui responsable del Comité de Educación y Presidente de Adminisración. COBOCE que me cuenta entre sus fundadores y Maestro de Ceremonias en el acto fundacional celebrado en el Teatro Achá en presencia del Presidente René Barrientos y sus líderes nacionales. AFIG (Arbetar folkhögskola i Göteborg) Escuela Superior de los Trabajadores de Gotemburgo, Suecia y por muchos motivos Corporación Cooperativa Mondragón de Vizcaya, España. Mi mayor vivencia y por tanto mayores afectos están en Hospicio, fueron varios años pulsando su actividad, viéndola crecer, ensanchar sus horizontes y abarcar nuevo campos además del Ahorro y Crédito. No obstante de la hiperinflación que soportó toda la economía boliviana a consecuencia de los desarreglos sociales en el gobierno de Hernán Siles Zuazo, (1983) se desató tal hecatombe, que los porcentajes de la inflación que se cuenta por miles en lugar de cientos, resultó algo histórico. Ningún país del mundo, que no estuviera en guerra, había aumentado tantos cero a su sistema monetario hasta convertir a los billetes en papel sin valor. Cuando se impuso el frenazo con el famoso D.S. 21060 que en realidad fue un paquete de varias medidas, todo el sistema basado en el ahorro interno como las cooperativas, resultó herido de muerte. Por supuesto que Hospicio sufrió el impacto de la desvalorización, y demoró, como todo el sistema de ahorro y crédito varios años para reponerse.
Sin embargo Hospicio Limitada salió a flote, y merced al esfuerzo de líderes y funcionarios responsables logró recuperar parte de sus activos y comenzó desde el principio otra vez, con la oferta y prestación de servicios a sus varios miles de asociados que todavía hoy acuden a sus oficinas.
Sin embargo Hospicio Limitada salió a flote, y merced al esfuerzo de líderes y funcionarios responsables logró recuperar parte de sus activos y comenzó desde el principio otra vez, con la oferta y prestación de servicios a sus varios miles de asociados que todavía hoy acuden a sus oficinas.
jueves, 5 de julio de 2007
Aquí nació la Cooperativa Mondragón
Teniendo como valores: La Educación, la Democracia, la Solidaridad y el Trabajo.
Teniendo por ideología: El Humanismo Progresista de Ética comprometida
Teniendo por principios: 1. La Libre adhesión, 2. La organización democrática, 3. Soberanía del Trabajo, 4. El carácter instrumental y subordinado del capital. 5. La Participación en la gestion, 6. La Solidaridad retributiva, 7. La Intercooperación, 8. La Transformación social, 9. El carácter universal y 10. La Educación como principios, Mondragón proclamó que el Cooperativismo no lucha por liberar al hombre de la servidumbre sino que pretende que sea el propio hombre, cada uno desde su propia circunstancia el que busque su liberación. Por eso el Cooperativismo considera al hombre sujeto y no objeto de las acciones sociales, de los procesos políticos y los objetivos económicos.
Teniendo por ideología: El Humanismo Progresista de Ética comprometida
Teniendo por principios: 1. La Libre adhesión, 2. La organización democrática, 3. Soberanía del Trabajo, 4. El carácter instrumental y subordinado del capital. 5. La Participación en la gestion, 6. La Solidaridad retributiva, 7. La Intercooperación, 8. La Transformación social, 9. El carácter universal y 10. La Educación como principios, Mondragón proclamó que el Cooperativismo no lucha por liberar al hombre de la servidumbre sino que pretende que sea el propio hombre, cada uno desde su propia circunstancia el que busque su liberación. Por eso el Cooperativismo considera al hombre sujeto y no objeto de las acciones sociales, de los procesos políticos y los objetivos económicos.
martes, 3 de julio de 2007
Mondragón donde los obreros son patrones
Cuando Selecciones del Reader´s Digest gozaba de aceptación plena, había dedicado una crónica a la red de cooperativas del País Vasco que causó admiración en España y el mundo, justamente en Mondragón un punto insignificante de la geografía. En 1984 la crisis económica se dejaba sentir, cuando allí fábricas, empresas y servicios sociales resultaron siendo propiedad de sus trabajadores, que ya entonces agrupaban 160 empresas, 90 de ellas industriales que fabrican maquinaria pesada, bicicletas, luego se agregaría la de ascensores de todos los tamaños que alcanzamos a visitar años más tarde en pleno desarrollo del Proyecto Cooperativo de Gotemburgo con el auspicio de la Unión Europea. Sus unidades agrícolas producen conservas vegetales, tomates, lechugas en pleno invierno dentro de los invernaderos. Fagor con 3000 trabajadores sigue siendo una importante productora de frigoríficos, lavadoras. cocinas, alcanzando un nivel de ventas envidiable.
El milagro de Mondragón es que mientras los demás empleadores iban reduciendo sus planillas, la MCC (Corporación Cooperativa) no despidió uno sólo, más por el contrario la creación de nuevos empleos ha sido una constante, posee una Universidad, un banco, escuelas, viviendas, grupos deportivos, un instituto de investigación industrial y sistemas de seguridad propios. Lo que ha conseguido es verdaderamente notable, "la gente trabaja no sólo para beneficio propio sino en pro de la comunidad". Todo comenzó como anotamos en crónica precedente cuando José María Arizmendiarrieta, un joven sacerdote de 27 años llegó a Mondragón, le conmovía la situación en que la prolongada guerra civil había dejado a los españoles. Activo en la Acción Católica creía en el compromiso de la Iglesia con los jóvenes y la preocupación de su formación profesional. "Un hombre, un voto". La única escuela técnica estaba copada y se le ocurrió abrir una otra para graduar técnicos que serían absorbidos por la incipiente industria local. José María pensó en organizar una cooperativa y entonces en 1955 animó a un grupo de cinco jóvenes a crear un taller Ulgor (Fagor) para fabricar hornillas de cocina a kerosene. Cada socio contribuyó con algo de sus ahorros para poner en marcha la empresa de la que serían propietarios y trabajadores. ULGOR se formó de los apellidos de sus fundadores Usatorre, Larrañag, Gorroñogoitia, Ormaechea y Ortubay. El cura fue el promotor sin sueldo y sin voto pero con voz, redactó los estatutos que más tarde serían el modelo para todas las unidades de producción. Basados en el principio "Un hombre, un voto" establecieron que el sueldo más alto no sería tres veces más que el más bajo.
Los socios de las cooperativas que siguen el modelo de ULGOR, eligen a los consejos rectores de sus empresas por períodos de cuatro años, el cual elige al director general o gerente y supervisa y controla todas sus decisiones.
Las decisiones sobre temas de seguridad, retribuciones y beneficios sociales son supervisadas por un consejo social, cuyos representantes son elegidos de entre cada quince o veinte socios-trabajadores. Los interventores de cuentas también elegidos por la asamblea llevan el control de la contabilidad de la empresa.
En las cooperativas no hay una única autoridad, el responsable tiene que vivir plenamente con todo el personal y merecer su apoyo. Ulgor fue la primera en fabricar cocinas a gas, se asoció a varias empresas proveedoras una función y una fábrica de herramientas para formar Ularco. Se complementaban entre sí, pero tenían suficiente autonomía para competir y buscar sus propios mercados.
En las cooperativas los socios son los trabajadores copropietarios, no son dependientes en el nivel de simples empleados, no reciben salario sino una cantidad equis por mes para cubrir sus necesidades, se llama "retiro de aportes", se separa una cantidad equis para cubrir emergencias en caso de necesidad. Al jubilarse reciben su pensión íntegra más una suma equis del capital acumulado.
Mondragón tenía 8 mil habitantes al llegar José María, hoy tiene 40 mil y su Escuela Profesional Politécnica que se extiende por un campus próximo al centro de la villa. Tiene miles de estudiantes que se convertirán en obreros especialistas, maestros industriales e ingenieros técnicos. La escuela concede importancia al trabajo práctico que se combina con la teoría. De ellos y de la repercusión que tiene la experiencia Mondragón nos ocuparemos en siguiente crónica.
El milagro de Mondragón es que mientras los demás empleadores iban reduciendo sus planillas, la MCC (Corporación Cooperativa) no despidió uno sólo, más por el contrario la creación de nuevos empleos ha sido una constante, posee una Universidad, un banco, escuelas, viviendas, grupos deportivos, un instituto de investigación industrial y sistemas de seguridad propios. Lo que ha conseguido es verdaderamente notable, "la gente trabaja no sólo para beneficio propio sino en pro de la comunidad". Todo comenzó como anotamos en crónica precedente cuando José María Arizmendiarrieta, un joven sacerdote de 27 años llegó a Mondragón, le conmovía la situación en que la prolongada guerra civil había dejado a los españoles. Activo en la Acción Católica creía en el compromiso de la Iglesia con los jóvenes y la preocupación de su formación profesional. "Un hombre, un voto". La única escuela técnica estaba copada y se le ocurrió abrir una otra para graduar técnicos que serían absorbidos por la incipiente industria local. José María pensó en organizar una cooperativa y entonces en 1955 animó a un grupo de cinco jóvenes a crear un taller Ulgor (Fagor) para fabricar hornillas de cocina a kerosene. Cada socio contribuyó con algo de sus ahorros para poner en marcha la empresa de la que serían propietarios y trabajadores. ULGOR se formó de los apellidos de sus fundadores Usatorre, Larrañag, Gorroñogoitia, Ormaechea y Ortubay. El cura fue el promotor sin sueldo y sin voto pero con voz, redactó los estatutos que más tarde serían el modelo para todas las unidades de producción. Basados en el principio "Un hombre, un voto" establecieron que el sueldo más alto no sería tres veces más que el más bajo.
Los socios de las cooperativas que siguen el modelo de ULGOR, eligen a los consejos rectores de sus empresas por períodos de cuatro años, el cual elige al director general o gerente y supervisa y controla todas sus decisiones.
Las decisiones sobre temas de seguridad, retribuciones y beneficios sociales son supervisadas por un consejo social, cuyos representantes son elegidos de entre cada quince o veinte socios-trabajadores. Los interventores de cuentas también elegidos por la asamblea llevan el control de la contabilidad de la empresa.
En las cooperativas no hay una única autoridad, el responsable tiene que vivir plenamente con todo el personal y merecer su apoyo. Ulgor fue la primera en fabricar cocinas a gas, se asoció a varias empresas proveedoras una función y una fábrica de herramientas para formar Ularco. Se complementaban entre sí, pero tenían suficiente autonomía para competir y buscar sus propios mercados.
En las cooperativas los socios son los trabajadores copropietarios, no son dependientes en el nivel de simples empleados, no reciben salario sino una cantidad equis por mes para cubrir sus necesidades, se llama "retiro de aportes", se separa una cantidad equis para cubrir emergencias en caso de necesidad. Al jubilarse reciben su pensión íntegra más una suma equis del capital acumulado.
Mondragón tenía 8 mil habitantes al llegar José María, hoy tiene 40 mil y su Escuela Profesional Politécnica que se extiende por un campus próximo al centro de la villa. Tiene miles de estudiantes que se convertirán en obreros especialistas, maestros industriales e ingenieros técnicos. La escuela concede importancia al trabajo práctico que se combina con la teoría. De ellos y de la repercusión que tiene la experiencia Mondragón nos ocuparemos en siguiente crónica.
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