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lunes, 25 de junio de 2007

Suecia. Trabajadores y cooperativas

La experiencia de realizar un curso durante algunos meses sobre Formación Popular en una escuela superior para los trabajadores en Gotemburgo, nos dió oportunidad de presentar un proyecto ante la Comisión de la Unión Europea para organizar un curso de estudios sobre el Cooperativismo, el cual estaría dirigido a un grupo de 22 personas, hombres y mujeres, asentados en Suecia en calidad de refugiados políticos y que tuvieran interés en profundizar sus conocimientos dentro del Cooperativismo y manifestaran el propósito de organizarse en cooperativas, o integrarse a otras ya existentes.
El entusiasmo con que el Rector de AFIG (La Escuela Popular Superior de los Trabajadores de Gotemburgo), asociada a la Central de Trabajadores (LO), Stellan Hansson, acogió la iniciativa y nos otorgó todo su respaldo hizo que culminara con éxito. Al cabo de algunos meses se conoció la resolución de conceder un financiamiento de casi un millón de dólares para dos cursos, cada uno de cinco meses y que cubría todos los gastos incluyendo el uso de computadoras, alquiler de un edificio, profesores, textos, materiales, viajes dentro de Suecia y fuera del Reino en este caso, como lo hemos nombrado en la nota anterior al Norte de España para estudiar en “la meca del Cooperativismo Mundial”, la Corporación Cooperativa Mondragón.
El proyecto Nueva Visión se presentó como una posibilidad para abrir nuevos puestos de trabajo para los latinoamericanos que tuvieran ideas concretas en la actividad empresarial cooperativa y la enseñanza se impartió mediante lecciones magistrales, a través de grupos de estudio, en el trabajo práctico, o de manera aún más concreta en el desarrollo de la cooperativa o empresa propia. Los participantes de Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Guatemala, El Salvador, Colombia, Uruguay y México fueron dotados de los recursos suficientes para consagrarse a los estudios 8 horas diarias, es decir, el mismo tiempo que se dedica al desempeño de un trabajo cualquiera, merced al subsidio del mercado de Trabajo incluído en el financiamiento global, exactamente en el mismo nivel para hombres y mujeres.
Frente a la empresa privada, opusimos la formación de cooperativas como una alternativa real de solución al problema creciente de la desocupación especialmente entre la población de inmigrantes, por esta razón se puso énfasis en dotar de sólidas bases ideológicas e históricas del cooperativismo tanto en Europa como en América Latina, donde la formación popular, si se quiere la autoformación, tiene un rol tan importante.
Materias técnicas como contabilidad, administración de empresas cooperativas, macro y microeconomía, técnicas de administración moderna con el uso de programas de computación, tanto en la planificación, como en la conducción y la evaluación de la gestión administrativa se consideraron como imprescindibles para una efectiva formación cooperativa.
Varios de los catedráticos formados en el ámbito cooperativo como Sven Bartilsson, autor de varios libros sobre Cooperativismo brindaron sus experiencias al grupo ahíto de aprehender todo lo relativo a este apasionante campo.
Porque la empresa cooperativa existe desde hace casi doscientos anos, no resultaba siendo nada extraño en el seno del movimiento obrero sueco. Es más, en distintas épocas y circunstancias se habían dado experiencias valiosas. La cooperación se manifiesta en muchos sentidos de la vida diaria, preparar juntos la comida, formar grupos musicales o corales, en esta ocasión se trató de darle a estos grupos naturales un carácter empresarial. Una empresa, sí, porque también la cooperativa es básicamente una empresa. Los cooperativistas tienen que tener una idea de negocio, o sea la forma de ganar dinero con el trabajo colectivo, de tal manera que la cooperativa sea esencialmente una empresa. Mientras que para la cooperativa el objetivo es obtener bienestar y dignificar a todos los cooperantes, talvez para la empresa el motivo sea sólo obtener ganancias, la cooperativa ha de buscar beneficios esencialmente, aunque no estén limitados al resultado económico.
A través del cooperativismo tendríamos que hacer realidad nuestro ideal democrático. Esa fué la base de la formación. La cooperativa es un ejemplo vivo de otro tipo posible de comunidad, puesto que la democracia hermana todas las actividades posibles, en el marco de respeto mutuo, y en la toma de responsabilidades que tienen que ver con el Bien Común. Ser cooperativista es trabajar por el cambio en nuestra comunidad, sin transferir el poder a ningún otro ente, que la propia cooperativa formada por seres humanos iguales.
La idea fundamental con el Proyecto Nueva Visión de proyectar al individuo dentro de la sociedad escandinava, con sus visiones y posibilidades reales, dotado de los suficientes conocimiento y de la experiencia cooperativa que obtuvo de su vivencia en el curso, permitió el establecimiento de un par de cooperativas, ubicó a otros en unidades cooperativas e hizo posible a todos un nivel más realista y positivo de integración, todo merced al respaldo efectivo de los trabajadores y a las ideas actualizadas del principio cooperativo.

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