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jueves, 19 de julio de 2012

trabajadores de COBOCE se siente solidarios con su empresa y apoyan sin condiciones su fuente de trabajo. gozan de varios beneficios extras como "la pulpería" de comestibles

Valores del cooperativismo como la solidaridad y el apoyo mutuo están consolidados en los trabajadores de Coboce Cemento. Ellos sienten un importante compromiso con la comunidad. Uno de sus aportes más significativos fue la donación de cemento para que todas las escuelas de Capinota tengan una canchita múltiple y los estudiantes puedan practicar cualquier deporte.

Lo mismo sucede en su relación obrero patronal, ellos aseguran que siempre están dispuestos a respaldar a la empresa porque a diferencia de otras industrias, también son socios de Coboce Cemento al ser un sistema cooperativista.

“Queremos ser una sola familia como cobocianos entre todas las unidades, para ayudar a la empresa y que la empresa esté siempre con los trabajadores”, dice el secretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de Coboce Cemento, Corsino Villarroel.

Las decisiones en la empresa las toman de manera conjunta los ejecutivos con los trabajadores y los representantes del Sindicato de Coboce Cemento. “En las determinaciones participan desde el gerente hasta el último de los trabajadores”, asegura Villarroel.

Es una gran responsabilidad porque además se debe rendir cuentas de las resoluciones a los 28.000 socios de la Cooperativa Boliviana de Cemento Industrias y Servicios, Coboce Limitada y los trabajadores tienen la oportunidad de fiscalizar la gestión.

Una premisa importante asumida en Coboce Cemento es la defensa de la industria nacional. Como ejemplo Villarroel menciona el uso de ropa de trabajo y de seguridad industrial 100 por ciento hecha en Bolivia.

OBJETIVOS CUMPLIDOS El actual Sindicato de los Trabajadores tomó posesión de varios espacios orgánicos en la Confederación de Trabajadores Fabriles de Bolivia, la Federación Departamental de Fabriles y en la Central Obrera Departamental (COD).

Corsino Villarroel, destaca la participación de los representantes Cristóbal Arce como líder de Cooperativas en la Confederación de Fabriles; Hugo Condori es secretario de Organizaciones en la COD y Ángel Camacho es secretario general de la Federación de Fabriles. “Somos baluartes en Cochabamba y debemos recuperar estos espacios”, enfatiza Villarroel.

El Sindicato está empecinado en un anhelado proyecto de construcción de un hospital y de una universidad en Cochabamba.

Poner el hombro a la empresa

Una de las principales consignas de los trabajadores de Coboce Cemento es “poner el hombro a la empresa”. Desde la perspectiva de Corsino Villarroel el apoyo es recíproco ya que la empresa garantiza estabilidad y bienestar laboral a sus empleados.

Villarroel afirma que también hubo tiempos difíciles, pero siempre se ha salido a flote. Recuerda que los años 1999 y 2000 todos los empleados de la industria aportaron con 1.000 dólares cada uno para fortalecer la economía de la empresa debilitada por importantes inversiones para la ampliación de la fábrica de cemento.

Ahora “es tiempo de dar y no pedir y lo vamos a hacer”, enfatiza el dirigente.

Buenas condiciones laborales en la empresa

* Los trabajadores de la empresa Coboce Cemento desarrollan sus actividades en buenas condiciones laborales. 

Todos los trabajadores de Coboce cuentan con un campamento que los alberga con todos los servicios básicos.

* El transporte también está garantizado para los trabajadores que llegan desde Cochabamba hasta Irpa Irpa, en la provincia Capinota.

* El comedor está a disposición de los trabajadores.

* Para la atención de salud se ha facilitado una posta sanitaria de la Caja Nacional de Salud que cuida el bienestar de los trabajadores de Coboce, jubilados, profesores y todo asegurado.

* La pulpería está surtida y satisface las necesidades de alimentación o insumos para los trabajadores. Ellos pueden “sacar al anote” los productos que necesitan y a fin de mes se les descuenta por planilla, explica el dirigente Corsino Villarroel.

domingo, 8 de julio de 2012

Edwin Tapia rescata la experiencia ünica de COBOCE en el Día Mundial del Cooperativismo. la más depurada teoría cooperativa conducida a la práctica coherente. Bravo!

El primer sábado de julio, es decir ayer, fue proclamado como Día Internacional del Cooperativismo Mundial, mediante Resolución 47/90 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la proyección ideológica de quienes practicamos esa nueva forma de organizar los factores productivos y consecuentemente las relaciones humanas, la fecha debe servir para realizar un balance honesto de lo que hemos hecho en nuestras cooperativas. Tal forma de análisis valorativo servirá para poner en evidencia la factibilidad de la propuesta histórica.
El cooperativismo contemporáneo es mucho más que una agrupación eventual para resolver problemas económicos de las personas. Se trata de un proyecto histórico sustitutivo del capitalismo y del socialismo que hasta ahora conocemos, particularmente, a través de las experiencias trágicas de la Europa del Este. Claro que las reformas estructurales de que hablamos, en última instancia, son para mejorar las condiciones de vida de la gente, en ámbito de un sistema ético, totalmente nuevo. Lo económico es importante pero, brutalmente alcanzado, no solo repite el pasado, sino atenta contra la ilusión evolutiva del ser humano.
Dos son las diferencias fundamentales con el capitalismo, en primer lugar, la creencia poco demostrable de la imposibilidad solidaria entre el individuo y la comunidad. Los capitalistas, de todos los tiempos, creen que es imposible compatibilizar los intereses de las personas, individualmente consideradas, con los intereses de la sociedad. A partir de esa convicción, construida en la lógica de mitos y prejuicios, sostienen el derecho particular por encima de las necesidades colectivas, no es malo que los individuos tengan más que muchas personas y en algunos casos que pueblos enteros. El cooperativismo, respeta profundamente al individuo, cree que en su plena realización radica la felicidad colectiva. Es en la relación de estos dos conceptos donde la cooperación resulta la base esencial de la libertad, de la satisfacción honorable de las necesidades. Excepto gente con algunas deformaciones podría ser feliz, con su riqueza, allá donde los demás, los vecinos, los que están en la calle no tienen lo mínimo necesario para vivir. Tarde o temprano, Dios o la naturaleza, premia o sanciona, conforme a lo que la gente hace o deja de hacer.
Un día, yo invité a un funcionario internacional para almorzar en mi casa, cuando nos sentamos en torno a la mesa, tocó el timbre de la puerta de calle, salí para ver quién era, vi a una mujer representando el extremo de la desgracia, de la soledad, de la injusticia, del dolor. Desnutrida, cubierta con un vestido viejo, solo con un zapato, tenía dos niños tomados con cada una de sus manos, me miró, solo me miró, cualquier pregunta en esas condiciones era un desconocimiento cruel de la realidad. Sin decir nada, llamé al funcionario internacional para que viera a ese ser despojado de su condición humana. Richard, más pragmático que yo, regaló cincuenta dólares a la señora, ella miró el billete, parecía que no sabía de qué se trataba pero, nos miró con inmensa gratitud y se fue. Volvimos a la mesa, un cierto silencio y después yo le dije, ¿tu crees que podemos almorzar?, Richard entendió, pidió solo un café. La reunión acabó con una conclusión: para almorzar bien, con alegría y dignidad, es necesario trabajar para que todos tengan un buen almuerzo. Del bienestar colectivo deriva el bienestar individual. Trabajar por los demás en la perspectiva de nuestra propia libertad. No es fácil, requiere estudio, privaciones, entrega.
La segunda diferencia es más fácil de entender, se refiere al trabajo no pagado. Nosotros los cooperativistas, superamos la contradicción instituyendo el salario conforme a las necesidades de la gente, lo que a su vez está en relación con las condiciones de cada momento de la historia. Si cada uno sabe y está convencido que de todos modos tendrá lo necesario para vivir dignamente, la acumulación pierde sentido. El incentivo para la evolución incesante se da en ámbito de la moral, cada uno puede ser más y más, respetado y amado por la comunidad.
Y en relación con el socialismo impuesto por la fuerza, nuestra posición es irreconciliable. En tal sistema, los más fuertes imponen su voluntad y lo hacen pasando por alto toda consideración humana. La libertad es imprescindible para la evolución, es decir, para pensar y trabajar transformando la naturaleza y en esa dinámica transformándose a sí mismos. Todo orden en el que unos reprimen a los demás, a la mayoría, es retrógrado. El poder no es sino la preeminencia violenta de los vencedores, en cuya lógica inevitable, a mayor poder, extendido en su cantidad y en su vigencia en el tiempo, corresponde mayor destrucción. El orden piramidal, impuesto desde siempre, solo con diferencia de actores, tiene que ser transformado. La horizontalización de las decisiones supone un alto grado de participación, la participación es un compromiso de honor que genera una conducta colectiva altamente evolucionada.
Lo que decimos no son fórmulas que se cumplen por arte de magia o por alguna voluntad suprahumana, exige trabajo, estudio y comportamiento consecuente. No tendría sentido y quizá podría convertirse en una burla o en un engaño cruel, proclamar algún principio, alguna idea renovadora y en la práctica hacer lo contrario. COBOCE, hasta ahora, ha sentado las bases reales para exigir, a su gente, un comportamiento acorde con los principios proclamados en los diferentes documentos que se han producido. En un medio nacional como el nuestro, parece inevitable incurrir en algunas prácticas enraizadas culturalmente, pero como hechos redundantes, crecientemente extraños.
COBOCE funda su existencia en principios y valores, claramente establecidos, en su Estatuto. Lo fundamental es su concepto del ser humano y a partir de esa afirmación ontológica lo que está dispuesto ha realizar por la libertad. La economía, la tecnología, los medios materiales, no tendrían ningún sentido si no estuvieran sujetos a la conducta honorable de todos sus miembros. Honorable quiere decir respeto al ser humano, lealtad con las ideas y con las personas, capacidad evidente para cada cargo o situación, práctica permanente del diálogo y en consecuencia compromiso para descubrir y defender la verdad. Honorable quierer decir no tomar nada ni nunca lo que no le corresponda legal y éticamente hablando. Cada persona debe ocupar puestos conforme a sus méritos y a su capacidad. Los lugares de trabajo en COBOCE, son niveles de entrega y sacrificio, más allá de ventajas o privilegios regresivos. Los que lleguen a cualquier repartición o unidad productiva de COBOCE, deben comprobar que se trata de algo nuevo, limpio, decente, superior a los extremos que pugnan por dominar al mundo.
Es urgente avanzar, cada vez más, en la democracia cobociana. Tendremos que concebir otros medios para lograr la mayor participación posible de los socios en las asambleas y en todos los eventos de consulta e interacción colectiva. Plenamente abierta, nuestra cooperativa, no debe tener miedo de mostrar a la sociedad, todo lo que hace, todo lo que tiene, todo lo que piensa, todo lo que sueña. Se supone que lo que somos y hacemos es digno de orgullo.

sábado, 7 de julio de 2012

Jorge Grágeda fiel a su vocación reclama "formación de líderes" dentro del movimiento de Ahorro y Crédito destinado a ser alma y motor de la economía

Las cooperativas desempeñan un papel cada vez más importante en la prevención y reducción de la pobreza y son un importante factor de desarrollo dice el presidente de la Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Febocac), Jhonny Revollo. Los sectores periurbanos y rurales del país son los principales beneficiados del sistema cooperativista porque allí se consolidaron con el propósito de mejorar su calidad de vida y de impulsar las actividades productivas.

El modelo cooperativo es la mejor opción y ofrece la base para una forma más sostenible de hacer negocios en comparación con los modelos tradicionales de capitalismo, explica Revollo. Otro criterio importante es considerar al cooperativismo como alternativa de hacer negocios donde todos trabajan juntos en la lucha contra la crisis económica, la amenaza del cambio climático o la seguridad alimentaria.

El cooperativista destaca la declaración de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en la que señala que las cooperativas tienen la capacidad de generar trabajo autogestionado y empleo digno, especialmente en zonas menos atendidas por el Gobierno u otras empresas privadas. 

Asimismo logran un efecto cascada porque vuelcan los excedentes en sus localidades movilizando la economía regional en la que participan.

El cooperativista Jorge Grágeda recuerda al sacerdote Julio Tumiri como uno de los pioneros del cooperativismo (él organizó la primera cooperativa integral en Chayanta - Colquechaca) y a los hermanos de la orden Maryknoll. 

Grágeda dice que gracias a la cooperativas de ahorro y crédito nacen el resto de las cooperativas en diferentes rubros en el área urbana y rural. 

Jhonny Revollo agrega que en Bolivia además de las cooperativas de ahorro y crédito también son de gran importancia las cooperativas mineras, agrícolas, de agua, de transporte y otras. Algunas tienen más de 50 años ofreciendo servicios a sus socios y a la comunidad.

Por ejemplo en Independencia, Totora, Mizque y Aiquile las cooperativas de ahorro y crédito apoyan en su desarrollo “brindando la intermediación financiera cooperativa”, dice Revollo.

Las cooperativas favorecen la economía democrática centrada en las personas, cuidan el medio ambiente y promueven el crecimiento económico, la justicia social y una globalización justa. 

El sistema cooperativo es reconocido internacionalmente y está fortalecido porque está regulado por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi) y por la Dirección General de Cooperativas (Digeco). 

Las cooperativas, independientemente de su dimensión o rubro, comparten los valores de democracia, solidaridad, equidad, autoayuda y autorresponsabilidad, creando negocios que ofrecen más bienestar, en oposición a la maximización de beneficios en provecho de unos pocos.

“Se deben formar a líderes”

El cooperativista Jorge Grágeda a tiempo de destacar el aporte del cooperativismo al desarrollo de Bolivia señala la necesidad de formar a los líderes porque “hay falta de formación doctrinal”.

Desde la perspectiva del analista se necesita un organismo que realiza actividades educativas en forma sistematizada, sostenida en el transcurso del tiempo porque se necesita “conocer, valorar y practicar”.

Grágeda opina que el cooperativismo está dormido y hay debilidad en los dos últimos principios, en el de la integración entre cooperativas y en del servicio a la comunidad.

Grágeda dice que se debe impulsar la generación de cooperativas de producción para satisfacer las necesidades nacionales e incluso internacionales a través de la exportación.

El cooperativista destaca el trabajo de las cooperativas en la lucha contra la pobreza, ya que fomentan el desarrollo en la educación, salud y en la producción, pero se deben promover sus fortalezas y ampliar su alcance.

jueves, 5 de julio de 2012

hoy para tí, mañana para mí. es la idea del "pasanaku" una forma primaria de cooperativismo que dió lugar al nacimiento de esta Coop. Cantera de Ahorro y Crédito primero entre trabajadores de Coboce luego se hizo abierta...formidable.

Un juego de pasanaku de un grupo de trabajadores de la sección Cantera de la empresa Coboce Cemento en Irpa Irpa terminó en una pujante entidad financiera que ahora agrupa también a pobladores de los municipios de Capinota, Santiváñez y Sicaya. Se trata de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Cantera Limitada.

La gerente de la entidad financiera, María Luz Bustamante R., recuerda que la cooperativa comenzó a funcionar en la planta de la fábrica Coboce, en uno de los galpones que era depósito, después en la sede sindical y luego en la sede social. Finalmente en septiembre de 2007 se trasladó a su edificio propio situado en la Plaza Principal de Irpa Irpa.

La Cooperativa nace con 121 socios y actualmente son más de 2587. Si bien al principio eran sólo trabajadores de las unidades productivas de la Cooperativa Boliviana de Cemento Industrias y Servicios, Coboce Ltda., actualmente también participan pobladores de la comunidad. 

APORTE AL DESARROLLO La Cooperativa ofrece créditos para diferentes inversiones y emprendimientos. 

Muchos solicitaron el crédito de consumo-vivienda para la compra de lotes, refacción, ampliación o construcción de casas. 

Los pobladores de Capinota fortalecieron sus negocios como -por ejemplo- las fábricas de chicha, los transportistas del sector pesado y público y los agricultores. Bustamante recalca que los socios invierten en volquetas para el traslado de la piedra caliza -principal recurso mineral de la zona-. 

Otro ejemplo son las empresas de mototaxis en Irpa Irpa que se han consolidado gracias a préstamos de la Cooperativa Cantera.

PROYECTO Una de las principales tareas encaradas por la actual directiva de la Cooperativa es obtener el certificado de adecuación de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), en este momento se encuentran en la tercera y última etapa del proceso.

El presidente del Consejo de Administración, Walter Rodríguez, informa que después recibirán la licencia como cooperativa societaria. 

Se trabaja con los valores del cooperativismo como la ayuda mutua y la solidaridad y en función de los socios por eso decidieron abrir una agencia en Capinota para dar mayor facilidad a los socios que llegan desde Santiváñez.

Otro proyecto importante es la instalación de cajeros automáticos para que los socios puedan acceder a dinero en efectivo incluso en las noches y los fines de semana. 

Rodríguez expresa su satisfacción por la fidelidad de los socios. Si bien son seducidos por otras entidades financieras, siempre regresan a la Cooperativa Cantera porque allí la prioridad son los beneficiarios.