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miércoles, 13 de agosto de 2008

el próximo paso "nacionalizar las cooperativas" según denuncia del comunicador José Lazcano en las áreas de agua, luz, teléfonos

Algo inesperado, para lo cual aún no estamos preparados se esconde y se incuba detrás de las intenciones del gobierno del Presidente de la República, Juan Evo Morales Ayma.
Recientes declaraciones suyas apuntan directamente a la nacionalización de los recursos naturales y estratégicos, entre ellos la telefonía, el agua y la energía eléctrica, esta ultima involucrando a las empresas Guaracachi S.A.; Corani S.A.; Valle Hermoso S.A.; Compañía Boliviana de Energía Eléctrica S.A. (Cobee); Compañía Eléctrica Central Bulo-Bulo; Hidroeléctrica Boliviana S.A.; Empresa Río Eléctrico S.A.; Sociedad Industrial Energética y Comercial Andina.
Así también las empresas Transportadora de Electricidad S.A.; Interconexión Eléctrica Bolivia S.A. (ISA); Compañía Eléctrica Sucre S.A.; Cooperativa Rural de Electrificación Ltda.; Electricidad de La Paz S.A.; Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba; Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Oruro S.A.; y Servicios Eléctricos Potosí S.A.
Cuándo empezaron.-
Todas ellas fueron forzadas a la firma de una "alianza estratégica" mediante el Decreto Supremo 28653, beneficiando políticamente a la gestión de Evo Morales.
Más de 480 mil hogares pobres de la ciudad y el área rural se beneficiaron con la reducción en un 25% promedio de los montos que pagaban por su consumo de electricidad, representando aproximadamente el 37 por ciento de los ciudadanos que actualmente tienen energía eléctrica.
Esta sorpresiva medida y como ya ocurrió en Venezuela en este año, necesariamente tiene un próximo paso que es la nacionalización de todas estas empresas para conformar una sola entidad, que permita sentar el principio de soberanía como un medio de garantizar el suministro de bienes y servicios más baratos a toda la población, o por razones que pueden ser consideradas como estratégicas para los fines y propósitos que se persiguen con la "revolución socialista del siglo XXI".
Años después del colapso del comunismo y la apertura de los mercados por parte de los países ex-comunistas alrededor del mundo, Evo parece estar llevando a Bolivia hacia la otra dirección, es decir, la nacionalización: expandiendo el papel del gobierno en la economía y transformando al país en un Estado con un solo partido político, bajo la premisa de que quien no acompaña su revolución está contra ella, con un discurso de que las empresas privadas/cooperativas nunca van a poder satisfacer eficientemente, ni de manera democrática, las necesidades de las masas históricamente "postergadas".
La experiencia del Mono mayor
Informes de la nacionalización del sector de energía y más concretamente de lo ocurrido en Venezuela hablan de la acción directa de PDVSA, que se perfila como un fuerte socio estratégico del Estado boliviano para la compra de las acciones a los socios de las empresas/cooperativas, para hacerse del control total de las mismas junto al gobierno y el Estado, transformándolas en una gran empresa nacional o corporación donde los sindicatos y funcionarios verán peligrar sus fuentes de trabajo siendo obligados a transar con los nuevos dueños del sector.
Qué hace el Gobierno.-
El Presidente de la República, Evo Morales Ayma, ha comenzado acciones paralelas en varios escenarios, socializando la idea de justicia social y de que la provisión de servicios básicos -agua, energía eléctrica y telefonía- debe estar bajo control estatal a través de una directa intervención gubernamental. En una primera fase, se obligaría a las cooperativas del país a rendir examen de lo que hacen y de cómo manejan sus recursos, pudiendo llegarse posteriormente a la estatización total.
En el caso particular de Santa Cruz, Evo Morales ve a nuestro sistema Cooperativo como CRE, COTAS y Saguapac como centros donde se incuban los líderes cruceños, así como el soporte financiero de los movimientos de resistencia a sus intentos totalitarios. Por estos argumentos y su razón, pretende penetrarlas por las vías que sean necesarias, ya sea a través de leyes y decretos o mediante acciones de los llamados "movimientos sociales" controlados por su partido o directamente forzando a la convocatoria de elecciones cooperativas para imponer una agenda política
Al momento, la estrategia comunicacional del gobierno busca alentar en la ciudadanía la esperanza de que los servicios sean virtualmente gratuitos si pasan a manos del Estado.
Bolivia, considerada hace cinco años como el corazón energético de América Latina, ha pasado a operar en el límite por la falta de inversiones en el sector de hidrocarburos y concretamente de gas natural. Algunas empresas, como el caso de Tarija, están operando con Diesel, lo cual es un retroceso y encarecerá el servicio provocando racionamientos en el 2008- 2009, aumentando la paralización de las empresas y el descontento social.
Esto dará más argumentos al gobierno, que acusará a las empresas/cooperativas de estar en un afán desestabilizador y por lo tanto apresurará sus acciones de nacionalización como parte de la "gran solución" ya planificada con anticipación, cuando la realidad es que no hay planificación ni inversión por parte del Estado en este sector para el 2008.
La experiencia vivida demuestra el grado de desgaste institucional que puede generar la presión externa o interna sobre el sistema cooperativo, más aún cuando se eluden los análisis pensando "esto no puede pasar", "no puede ocurrir", "no podrán con nosotros". Son algunas de las frases que muchos usaron de consuelo antes que Evo Morales ganara las últimas elecciones nacionales y este Referéndum Revocatorio con un proceso de empoderamiento hacia el Oriente, hacia la media luna. Ahora las cosas han cambiado y la actual arremetida desde el gobierno totalitario parece ser un desafío mucho mayor para la defensa del sistema cooperativo en su conjunto.
Sin embargo, la singularidad de la presente coyuntura nacional exige la reestructuración de estas nuestra forma de ver las cosas, más allá del Campanario. La razón es simple: el escenario ha cambiado.
Estamos en un nuevo escenario: La visión estatizadora de un Estado con un gobierno comunista, o como se llama ahora: el "socialismo del siglo XXI".
El espíritu de lo que el gobierno llama nacionalización es la negociación con las empresas que manejan recursos naturales estratégicos para encarar asociaciones, toda vez que, como dijo Evo Morales, "queremos socios, no patrones" entre ellos al propio estado de Venezuela con Hugo Chavez. Entre esas empresas se incluye al sistema de servicios cooperativos cruceños bajo sus propias reglas.Es la próxima batalla que habra que vencer en unidad y con la aplicación y ejercicio de las autonomías.

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